
El escoger un automóvil puede llegar a ser un dolor de cabeza, ya que hay tantas marcas, modelos, versiones, colores y diseños para elegir, diferenciadas por múltiples características definitorias del producto: desde su tamaño hasta la motorización, pasando por el tipo de carrocería, el equipamiento y, desde luego, el precio.
La cantidad de dinero que se invierte en este proceso suele ser elevada para cualquier economía media y acertar no siempre es sencillo. Es por ello importante no precipitarse y meditar las exigencias o necesidades que nos planteemos, en un trayecto hacia la compra que no hay que dejar nunca en manos del azar o la improvisación:
1.- Definir en presupuesto
Puede parecer una obviedad pero conviene empezar por lo más importante en el momento de realizar cualquier compra, definir de cuánto dinero se dispone para ello. Hay que marcarse una cantidad límite para la inversión, analizar las fórmulas de pago sea por ahorros o Prestamos, y colocar en un parámetro los modelos que pueden resultar de interés. Siempre hay que tomar en cuenta no solo la adquisición del vehículo sino tener también en cuenta los gastos posteriores, como el mantenimiento, matrícula y el seguro.
2.- Escoger el tipo de combustible
El siguiente paso será definir el tipo de combustible que mejor se adapta a nuestras necesidades. Definir entre gasolina, diésel o hibrido parecen fáciles alternativas, pero hay factores que deben quedar claros, como es el costo del mantenimiento, especialmente en vehículos híbridos. Para ello se hace obligado un estudio pormenorizado de los kilómetros recorridos, la diferencia de precio entre los combustibles, el consumo y la brecha en los precios de venta de versiones correspondientes de cada tipo.
3.- Estilo de carrocería
Escoger entre el diseño o la representatividad si es automóvil, cupé, camioneta, descapotable, los tan de moda SUV, tres o cinco puertas… y dentro de cada una de estas tipologías decantarse por un tamaño concreto. Comprar un carro tiene mucho de aspiracional y también un elevado componente emocional, sin embargo, es conviene ser realista y frio al momento de elegir e impedir que la vista se nuble más por el deseo que por lo inteligente.
4.- Seleccionar los candidatos
Una vez definidas las necesidades y preferencias que nos planteamos, es conviene realizar un repaso a los candidatos que se ajustan a este pliego de condiciones con una primera lista. Gracias a las ventajas de Internet esta tarea es hoy mucho más sencilla, bien sea a través de los sitios oficiales de las marcas o de videos con reviews de youtube.
5.-Probar el vehiculo
Nos vamos aproximando al objetivo, a la decisión final. Y para ello, nunca deberíamos comprar un vehículo sin probarlo previamente para tener el convencimiento de que se ciñe a nuestras expectativas. A veces tenemos miedo de pedir un “Test Drive”, pero eso no debería ser un pedido si no una exigencia. Casi todos los concesionarios disponen de unidades de test de los modelos populares para los clientes potenciales interesados en ellos y una simple toma de contacto con el vehículo puede resultar más esclarecedora que todo el estudio previo teórico que se haya realizado.
7.- Financiamiento y Seguro
No se olvide del tema del financiamiento ya que a veces la tasa es muy alta o exigen encajes los cuales por cierto a veces hasta duplican el interés, hay que tratar de siempre pactar cuotas fijas y buenas condiciones en caso de pago anticipado. Ojo con la letra chiquita. En el caso del Seguro R&P Seguros te brindara toda la asesoría que necesites, cuida siempre que no te “financien” el seguro, ya que ello hará que pagues intereses por algo que no debería incurrir en ello, lo mejor es pactar el seguro por fuera del financiamiento y R&P Seguros tiene planes de hasta 12 meses sin intereses. Ningún concesionario puede “obligarte” a tomar un seguro, tu siempre tienes la facilidad de elegir el que más te convenga o se adapte a tus necesidades.
7.- Cerrar la operación
¡Eureka! Ya tenemos al ganador, el coche que deseamos o que simplemente necesitamos se define con marca, modelo, versión, equipamiento, opcionales… Sólo nos queda buscar el mejor precio posible que nos puedan ofrecer y que ya sabemos puede variar de forma significativa dependiendo de factores diversos. Así que con la cantidad más ajustada plasmada en un presupuesto por escrito, la larga travesía llega a buen puerto y podemos empezar a disfrutar de nuestro flamante automóvil.